Skip to main content

Los riesgos que deben gestionar los restaurantes con delivery

Más allá de los retos que está planteando la pandemia, están los riesgos inherentes a cada actividad empresarial que las compañías deben seguir vigilando. En el caso de los restaurantes, estos incluyen las pérdidas y daños por accidentes que a menudo representan una parte considerable del coste total de su riesgo.

Sin embargo, estos riesgos han disminuido en el último año, mientras otros han cobrado especial relevancia, como los riesgos de entrega, que probablemente seguirán aumentando después de la pandemia.

Riesgos en evolución

El Informe de Tendencias del Coste de las Pérdidas en Restaurantes 2020 elaborado por Marsh y la Encuesta de Gestión de Riesgos en Restaurantes 2020 destacan los avances del sector en la limitación de las pérdidas por siniestros. De 2015 a 2019, las reclamaciones de indemnizaciones por accidentes de trabajo cayeron un 13% en frecuencia y un 6% en gravedad, y en ese período de cinco años, los restaurantes cerraron el 91% de las reclamaciones durante el primer año.

Pero no todo son buenas noticias. El coste de las reclamaciones por tiempo perdido y el coste medio de las reclamaciones de responsabilidad civil están aumentando. Y aunque las caídas, los resbalones y los tropezones siguen siendo la principal causa de lesiones de los empleados por su gravedad y frecuencia, los riesgos en el servicio de entregas están aumentando.

Riesgos en las entregas

Incluso antes de la pandemia, el delivery ya cobraba cada vez más importancia. Desde los restaurantes de comida rápida hasta los de alta cocina, muchos ofrecían la entrega de desde al menos uno de sus locales en 2019.

Aunque la mayoría de los restaurantes utilizan una mezcla de métodos de entrega, casi el 94% afirmó utilizar un servicio de entrega de terceros.

La pandemia ha hecho que la entrega a domicilio sea esencial para mantener los ingresos, pero puede presentar un riesgo significativo. Por ejemplo, desde 2015 hasta 2019, las reclamaciones de trabajadores que habían tenido un accidente de tráfico costaron a los restaurantes de media más de 70 000 dólares. Esto es más del doble del coste medio que suponen las caídas, resbalones y tropiezos, que además también pueden ocurrir en servicios de entrega. Asimismo, los repartidores también pueden ser objetivos tentadores de asaltos y robos.

Por otro lado, existe el riesgo de herir a los clientes o provocar daños  en su propiedad. Un riesgo que puede complicarse si los conductores utilizan sus propios vehículos, ya que el infraseguro puede provocar lagunas en la cobertura.

Reglas del camino

Cuando la amenaza sanitaria termine, el distanciamiento social se suavizará, la confianza de los consumidores aumentará y los restaurantes volverán a estar llenos. Sin embargo, es probable que los consumidores continúen demandando servicios de entrega. Por lo tanto, los repartidores -ya sean de empresas de reparto de terceros o los propios empleados - deben tomar medidas para limitar sus riesgos.

En el caso de los restaurantes que asignan a sus propios empleados las entregas, la mitigación del riesgo comienza en el proceso de contratación, en el que se debe comprobar los antecedentes penales y el historial de conducción del candidato.

Establecer normas claras y formar a los repartidores sobre los riesgos de las entregas también es clave, aunque menos de la mitad de los restaurantes encuestados afirman impartir dicha formación. Antes de enviar a los repartidores a realizar su trabajo, es importante recordarles que deben:

·         Entender y evitar los peligros de la entrega. Aparcar con luz siempre que sea posible, no atravesar los patios y prevenir lesiones y robos.

·         Tener en cuenta las distracciones. Quitar las manos del volante, apartar los ojos de la carretera o la mente de la tarea puede aumentar la probabilidad de una colisión.

·         Dar prioridad a la seguridad sobre la velocidad. Las prisas por entregar a tiempo  un pedido pueden provocar lesiones y elevados costes a las empresas.

Las empresas que utilizan servicios de entrega de terceros deben asegurarse de que los proveedores sean estrictos en la selección y preparación de sus empleados. Además, teniendo en cuenta la posible responsabilidad compartida, es importante trabajar con abogados que revisen cuidadosamente los contratos, garanticen que los proveedores estén debidamente asegurados y que los restaurantes no asuman un riesgo excesivo.

Por último, hay que tener en cuenta la cobertura de responsabilidad civil del seguro de automóvil. En el caso de los restaurantes que dependen de los vehículos de los empleados, es esencial que las pólizas incluyan esta cobertura; alternativamente, los restaurantes pueden exigir a los conductores que mantengan ciertos límites de seguro de responsabilidad civil, en los que la póliza del restaurante supere la cobertura del vehículo personal del empleado. También puede haber programas de reparto independientes que traten las reclamaciones de reparto aparte de los programas de siniestros principales. Se debe trabajar con un asesor para analizar las opciones y crear los programas de seguros que mejor se adapten a las necesidades específicas de cada uno.

Para más información sobre el Informe de Tendencias del Coste de las Pérdidas en Restaurantes 2020 y la Encuesta de Gestión de Riesgos en Restaurantes 2020, póngase en contacto con su especialista de Marsh.