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Compra de Seguros vs. Gestión de Riesgos

En la práctica, cada vez identificamos más que la cultura de Gestión de Riesgos adquiere una relevancia mayor en las empresas latinoamericanas. Sin embargo, el nivel de madurez en la implementación y desarrollo varía de manera importante entre las diferentes empresas, giros e industrias.

Un gran volumen de compañías aún se mantienen bajo una dinámica de “comprar seguros” al momento de enfrentar riesgos asegurables. Dicha dinámica cierra la puerta a una Gestión de Riesgos que les permita tomar decisiones más informadas y, por lo tanto, más eficaces, reduciendo así las “sorpresas”.

Todas la empresas a lo largo de su existencia – y más en estos tiempos – tienen como parte de sus objetivos ahorrar en la contratación de los programas de seguros; sin embargo, este enfoque es una “visión limitada”, ya que la búsqueda de estos ahorros podría terminar en un gasto adicional si no se sustenta en un proceso de Gestión de Riesgos.

El ejemplo más común al no realizar una Gestión de Riesgos se presenta  al momento de un siniestro, sobre todo, de tipo catastrófico. Si durante la contratación de seguros no se analizaron y trataron temas como “costo total de riesgo”, “apetito de riesgo”, “estimación de pérdida máxima”, “tolerancia al riesgo”, “manejo de crisis”, “plan de continuidad”, entre otros, las consecuencias que sufren las empresas no son difíciles de adivinar…

De acuerdo al II Benchmark en Gestión de Riesgos en Latinoamérica emitido en octubre 2016 (cuyo objetivo es medir la evolución de la gestión de riesgos en el entorno empresarial latinoamericano),  de las 330 empresas de los 10 países que participaron en la encuesta, se identifica una evolución positiva dado que un mayor número de organizaciones han iniciado el desarrollo de la gestión de riesgos empresarial.

Específicamente, el estudio muestra que en el capítulo de “Desarrollo y Efectividad” de las etapas del Proceso de Gestión de Riesgos, se mantiene el mismo comportamiento evaluado el año pasado, en donde para las empresas latinoamericanas ya han alcanzado un cierto nivel de madurez en las etapas iniciales del proceso, comprendidas en la fase denominada “Valoración de Riesgos”, la cual incluye los pasos de identificación, análisis y evaluación de riesgos. Sin embargo, se encuentran oportunidades de mejora para las etapas posteriores, es decir “Tratamiento”, “Monitoreo y Revisión” y “Comunicación y Consulta”, que son aquellas que consolidan a la gestión de riesgos como una verdadera herramienta de gestión, que apalanca procesos de transformación cultural y que contribuyen de forma importante en el cumplimiento de los objetivos organizacionales.

Otro dato de la encuesta arroja que el 49% de las empresas encuestadas cuenta con líderes funcionales de Gestión de Riesgos.

Finalmente, en el apartado de la evolución de la cultura en Gestión de Riesgos, el estudio concluyó que el 42% de las organizaciones aún se encuentran de manera mayoritaria en una etapa de desarrollo, planeación o formulación.

No todo dura para siempre… (Al menos no en la misma proporción).

De acuerdo al reporte global del mercado asegurador del cuarto trimestre de 2016 ,  el ciclo de mercado suave continúa en buena parte de las líneas de seguro; sin embargo, se han emitido indicios de desaceleración en el deterioro de los precios, y se prevé que la capacidad se irá moderando y las cuotas combinadas quizás incrementando, pudiendo ser estos precursores de incremento de cuotas debido a la búsqueda de un aumento en la rentabilidad, y en concreto a la presión de los accionistas para mejorar el retorno de capital.

Por lo anterior, es cada vez más importante y necesario que las empresas no sólo se enfoquen en precios, sino que estén bien preparadas con una Gestión de Riesgos implementada y difundida, de manera que pueda hacer frente a cualquier cambio en el ciclo de mercado y, sobre todo, proteja y contribuya al logro de los objetivos de la compañía.