4 grandes temas de riesgo en los que centrarse en 2023
Entorno macro-económico
La pandemia del COVID-19, el conflicto entre Rusia y Ucrania y las importantes catástrofes naturales en todo el mundo, así como sus implicaciones geopolíticas y geoeconómicas a largo plazo han provocado las tasas de inflación más altas en décadas y una crisis del coste de la vida a nivel mundial. La evolución macroeconómica está avivando el temor a una inminente recesión, lo que genera inquietud sobre las perspectivas de riesgo a corto plazo y el crecimiento futuro. Desarrollar la capacidad de resiliencia en tiempos tan turbulentos exige nuevos enfoques estratégicos para la identificación de riesgos, la toma de decisiones y la preparación.
Digitalización
En el panorama empresarial actual, la tecnología y la experiencia del usuario final desempeñan un papel protagonista en la eficiencia, el crecimiento y el progreso. A medida que las empresas trasladan más operaciones al ámbito digital y desarrollan tecnologías transformadoras -desde el blockchain a la IA, pasando por la ingeniería genética y más allá-, es imperativo que refuercen la resiliencia frente a los riesgos cibernéticos en constante evolución, los cambiantes regímenes normativos y de derechos de privacidad, y los ataques físicos y virtuales a datos y sistemas.
Clima y sostenibilidad
Los riesgos medioambientales dominan las preocupaciones a largo plazo de las organizaciones, según el Informe de Riesgos Globales 2023. La mayoría de ellos están relacionados directa o indirectamente con el cambio climático, que en general se considera un riesgo existencial. Las estrategias de resiliencia que se centran en nuevos enfoques para evaluar y mitigar el riesgo del cambio climático y ayudan a acelerar las inversiones en la transición energética permitirán a las empresas y al mundo cumplir sus objetivos de sostenibilidad.
Ámbito social: personas
La pandemia de COVID-19 aumentó la presión y tensión existentes sobre los sistemas sanitarios mundiales, la gestión de la salud mental y las nuevas formas de trabajo. Sin embargo, también fomentó mayores niveles de concienciación e implicación de los ejecutivos en la mejora del acceso a la atención sanitaria y la protección de la salud y el bienestar de los trabajadores. Las empresas y sus trabajadores pueden ser más resilientes cambiando el entorno en el que viven y trabajan las personas, mejorando la disponibilidad de apoyos que son realmente necesarios y adoptando una cultura general de salud y bienestar.