El pasado sábado 13 de octubre se celebró el Día Internacional para la Reducción de Riesgo de Desastres, designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el propósito de concienciar a los gobiernos, organizaciones y personas para que tomen medidas encaminadas a minimizar estos riesgos, como su prevención y mitigación, e incluyan actividades de preparación. Esta fecha es una buena ocasión para promover las mejores prácticas posibles en todos los sectores, y en los planos local, nacional, regional y mundial, a la hora de reducir el riesgo y las pérdidas por desastres.
Este año, la campaña de 2018 que lleva a cabo la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) tiene por objeto reducir pérdidas las económicas de estos desastres y, por ello, Marsh recuerda la importancia de realizar una buena gestión de este tipo de riesgos, con la finalidad de realizar el correcto análisis pre pérdida y conocer la exposición catastrófica que permita a los afectados aminorar las consecuencias post pérdida, así como el análisis post perdida en caso de evento.
Los últimos eventos relacionados con desastres naturales o siniestros de carácter catastrófico, tanto en España como en el exterior, generan incertidumbre sobre la exposición real de aquellas empresas con activos, intereses y/o inversiones en zonas de alto riesgo. En el caso de las inundaciones, los sismos, y otros fenómenos asociados al riesgo catastrófico que pueden ocasionar grandes siniestros de daños materiales, pérdida de beneficios, medio ambiente, responsabilidad civil, etc., se requiere un alto grado de especialización, así como una buena gestión del riesgo expuesto, que en el medio y largo plazo se traduce en protección de los activos e inversiones expuestas.
Asimismo, cabe hacerse las siguientes preguntas: ¿Está preparada tu empresa para reaccionar ante una catástrofe? ¿Estamos preparados para soportar un impacto de estas características? ¿Cuánto de robusta es nuestra Cuenta de Resultados? ¿Sabremos reaccionar y responder ante este tipo de eventos en caso de ser afectados? ¿Estamos organizados estratégicamente para la toma de decisión ante crisis de este tipo?
Desde nuestro punto de vista, las herramientas básicas y cada vez más empleada por las empresas con riesgos GloCales, son la implementación de Planes de Continuidad de Negocio, Medidas de Crisis Management, Emergency Rapid Response. Ahora bien, lo adecuado con exposiciones atomizadas es disponer de un Plan de Continuidad de Negocio/Contingencia que nos permita retomar las actividades con cierta normalidad, y minimizar el impacto en la Cuenta de Resultados.
Para disminuir el impacto de los posibles eventos, y recuperar la empresa eficientemente, suele ser necesario que los planes mencionados estén integrados en la compañía, comunicados a todo el personal para que estén atentos a lo que decida el Comité de Gestión de Crisis y que sean interiorizados por los responsables de levantar procesos críticos. El aplicar estos planes eficientemente a todo el personal es lo que salva a la compañía del colapso por interrupción de sus operaciones, de daños a la imagen y de tener una percepción negativa por parte de los principales grupos de interés como accionistas, clientes, entre otros.
Nuestro trabajo es asesorar a nuestros clientes en la preparación de la reclamación a la aseguradora para que puedan retomar la actividad de la manera más rápida posible, minorando el potencial impacto en su cuenta de resultados. Nosotros nos encargamos de valorar los daños, de hacer los análisis técnicos y, en definitiva, presentar el reclamo al ajustador, liquidador, perito, etc., así como negociarlo con la compañía de seguros. Somos la contraparte de todo este panel de expertos de la compañía de seguros, con el objetivo de situar al asegurado en la misma posición estratégica o de paridad que los aseguradores.
Por último, debemos indicar que, de acuerdo al avance y gestión de impactos a día de hoy, no parece haber ninguna empresa exenta a este tipo de exposición catastrófica, por lo que consideramos adecuado disponer de las herramientas y protocolos adecuados para minimizar un impacto de características indefinidas, lo que nos puede situar en la cabeza de la diferenciación frente a aquellos competidores sin este tipo de previsión estratégica.
