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Agroindustria

Los líderes mundiales en alimentos y agricultura se enfrentan a un entorno de mayor riesgo, incluidos rendimientos impredecibles de los cultivos, demanda fluctuante de los consumidores y atrasos imprevistos en el transporte. Marsh puede ayudarlo a enfrentar estos riesgos para mantener el crecimiento y la rentabilidad de su negocio.

Hoy en día, las compañías agrícolas y de alimentos de todo el mundo se enfrentan a una mayor presión para estar cada vez más integradas a lo largo de la cadena de valor. La aplicación de las nuevas tecnologías ha ayudado a las compañías a satisfacer esta demanda, lo que ha dado lugar a una mayor productividad y eficiencia en toda la cadena de suministro. 

Aunque esta transformación digital ofrece nuevas oportunidades de innovación, alcance y escala, crea nuevas vulnerabilidades en medio de la gran cantidad de desafíos relacionados con el riesgo que ya existen en la industria. 

El crecimiento del rendimiento se ha ralentizado hasta un ritmo insostenible ante el rápido crecimiento de la población mundial. Junto con las crecientes preocupaciones medioambientales, como los problemas de uso de la tierra y los impactos climáticos extremos de las sequías y las granizadas, así como los retrasos imprevistos en el transporte derivados de la pandemia, las compañías del sector agrícola están expuestas en muchos sentidos.

Con base en nuestra experiencia en la industria agrícola, nuestros profesionales dedicados a la gestión del riesgo pueden ayudar a su negocio a crear un plan proactivo que pueda ayudar a apoyar el crecimiento sostenido, identificar oportunidades de inversión en nuevas tecnologías y reducir el costo total de riesgo. Trabajando juntos, podemos ayudarlo a proteger a su personal, su propiedad y sus resultados finales.

Preguntas frecuentes

Cada negocio enfrenta riesgos únicos durante sus operaciones diarias. Sin embargo, la industria agrícola en general se enfrenta a varias áreas de riesgo importantes, entre las que se incluyen las siguientes:

  • Población en crecimiento: se espera que la población mundial crezca de 7500 millones a 10 000 millones para el 2050, lo que requerirá un aumento de al menos un 70 % en la disponibilidad total de alimentos. Sin embargo, el aumento de las preocupaciones ecológicas dificultará la expansión de la producción mediante métodos tradicionales. Los proveedores agrícolas deben encontrar formas de innovar en diversas actividades de la cadena de suministro para aumentar la productividad, el rendimiento total y el acceso al mercado.
  • Cambio climático: la creciente imprevisibilidad del clima (sequías, tormentas, inundaciones, e incendios forestales) ha creado nuevas vulnerabilidades a medida que las compañías agrícolas buscan adaptarse a las cambiantes demandas de los consumidores frente a rendimientos inestables de los cultivos.
  • Enfermedad: epidemias y pandemias, ya sean humanas (COVID-19) o animales (fiebre porcina africana, gripe aviar), han afectado en gran medida a la industria del ganado y han causado graves interrupciones en la cadena de suministro.
  • Riesgo cibernético: cada vez más, la Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) se aprovecha en toda la industria agrícola para mejorar la visibilidad y la transparencia de la cadena de suministro. Sin embargo, esta creciente dependencia de los sistemas habilitados por IoT crea nuevos problemas de seguridad y distribución de alimentos en caso de una interrupción o un ataque malicioso. Las compañías deberán crear procesos para monitorear continuamente su seguridad cibernética y reemplazar los bienes, los productos agrícolas o el ganado perdidos si no se puede evitar una falla.
  • Expectativas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG): las credenciales ambientales y sociales de los productores agrícolas son cada vez más importantes para los fabricantes de alimentos y el consumidor final. Las expectativas ESG crean un riesgo reputacional para los agricultores y los compradores de productos básicos que debe administrarse cuidadosamente.

Las compañías agrícolas deben crear un programa proactivo de gestión del riesgo que se ocupe al respecto. Los especialistas de Marsh pueden ayudarlo a identificar las medidas que se deben tomar para mitigar el impacto de cada una de estas amenazas y la cobertura de seguro pertinente para reducir su costo total de riesgo. 

Las compañías dentro de la industria agrícola poseen propiedades y activos especializados que requieren cobertura de seguros especializada para reducir los riesgos de crecimiento y rentabilidad. Algunas de las políticas más importantes incluyen lo siguiente:

  • Seguro de cultivos: esto protege a los agricultores y productores agrícolas contra la pérdida de cultivos como resultado de un clima extremo, como inundaciones, granizo y sequía, y la pérdida de ingresos debido a fluctuaciones en el mercado.
  • Seguro de estructura agrícola: en caso de que una estructura como un granero, silo o gallinero se dañe en una tormenta o debido a otras causas naturales, el seguro de estructura agrícola proporciona asistencia en la reconstrucción para minimizar el tiempo de inactividad y las pérdidas de producción relacionadas.
  • Seguro de ganado: existen varios tipos diferentes de seguros para ganado: la variedad de cobertura que su compañía necesitará depende de los animales que posea y del propósito que cumplen.
  • Seguro de responsabilidad civil: existen muchos tipos de seguros de responsabilidad civil disponibles, incluida la cobertura diseñada para proteger a las personas que visitan su granja o la propiedad de otras personas en caso de que se dañen debido a sus operaciones agrícolas. Puede cubrir las lesiones corporales causadas por el ganado, las enfermedades causadas por productos vendidos en mercados de agricultores, la responsabilidad civil del entretenimiento agrícola, la responsabilidad legal por incendios, la salud y la seguridad de los empleados y la contaminación accidental.

Aunque los activos que cada compañía agrícola debe considerar en su enfoque de gestión del riesgo varían significativamente, las políticas más especializadas, como las anteriores, pueden ayudar a mitigar las pérdidas y abordar las vulnerabilidades frente a riesgos en toda la industria.

Un enfoque integral de la gestión del riesgo no solo incluye cobertura especializada para activos específicos de agricultura, sino que también cubre los riesgos comunes del negocio, tales como los siguientes:

  • Cibernética: cualquier proceso informático utilizado para operaciones diarias está en riesgo de ser hackeado. A medida que la inteligencia artificial y la tecnología autónoma se utilizan cada vez más en la industria agrícola, el liderazgo tendrá que considerar qué estrategias de cobertura y gestión del riesgo se necesitan para proteger la información y los procesos que potencialmente están expuestos a terceros.
  • Compensación de trabajadores: la función del seguro de compensación de trabajadores (donde esté disponible, o coberturas similares) es complejo, pero vital dentro de la industria agrícola, ya que el sector es uno de los más grandes en términos de reclamaciones anuales de compensación para trabajadores. Los empleadores deberán mitigar el riesgo y planificar para los casos de reclamaciones como resultado de incidentes, tales como los peligros de vehículos, la exposición al calor, los resbalones y las caídas, y cualquier lesión sufrida mientras se trabaja con equipamiento.
  • Interrupción del negocio: el seguro de interrupción del negocio cubre la pérdida de ingresos sufrida después de un desastre o incidente adverso. La planificación proactiva contra las interrupciones del negocio debe extenderse a los cierres y pérdidas relacionados con la pandemia, y debe tener en cuenta la cobertura contra las enfermedades ganaderas, incluida la fiebre porcina africana y la gripe aviar.

Para las compañías agrícolas actuales, el mantenimiento de las operaciones es esencial para seguir siendo rentables y estar a la altura de las elevadas demandas de los consumidores locales y globales. En Marsh, podemos ayudarlo a crear un programa proactivo de gestión del riesgo para mitigar las amenazas, invertir en el futuro y defender sus activos.