Los ataques cibernéticos continúan dominando los titulares de las noticias, impulsados por un aumento en los eventos de ransomware, que se incrementaron en un abrumador 148 % en 2021. Los perpetradores de estos ataques ahora exigen pagos de rescate multimillonarios a medida que paralizan las operaciones de una empresa, deteniéndolas hasta se hace un pago.
A medida que los ataques cibernéticos se vuelven más prolíficos, siguen las reclamaciones de seguros relacionadas, lo que significa que los aseguradores han podido identificar una correlación entre ciertos controles y los incidentes cibernéticos correspondientes. A través de este análisis y el examen continuo de puntos de datos relevantes, la industria de seguros tiene una gran comprensión de los pasos técnicos que las organizaciones pueden tomar para desarrollar su resiliencia cibernética.
Sin embargo, debido al crecimiento de las pérdidas por deserción, las aseguradoras ahora están adoptando una posición mucho más cautelosa. Las aseguradoras están ajustando sus términos de suscripción, analizando cuidadosamente todas las solicitudes de seguros cibernéticos, y haciendo más preguntas que nunca sobre el entorno operativo cibernético y los controles de riesgo de un solicitante.
La adopción de ciertos controles se ha convertido ahora en un requisito mínimo de las aseguradoras, con la asegurabilidad potencial de las organizaciones en juego. Sin duda, las organizaciones están poniendo más énfasis que nunca en los controles para ayudar a mitigar sus riesgos de ransomware y mejorar su posición y resiliencia en ciberseguridad en general.
Se recomienda a las organizaciones que implementen una serie de controles de higiene cibernética que son clave para lograr la resiliencia cibernética y la asegurabilidad.