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Cinco desafíos clave para tomadores de decisiones tras el COVID-19

La humanidad, en sus diversos ámbitos y actividades, no será la misma tras la pandemia del Covid-19. Economías y sociedades han sido impactadas significativamente, y una vez que se ha conseguido controlar un poco la situación es momento de pensar, y planear, en cómo se enfrentará lo que viene.

Con base en el informe especial Perspectiva de riesgos del COVID-19: Mapeo preliminar y sus implicaciones, publicado por el Foro Económico Mundial y Marsh and McLennan, concluimos cinco desafíos clave para los tomadores de decisiones a nivel mundial tras la pandemia.

  1. Comprender las interdependencias. La crisis ha expuesto las interdependencias entre lo social, lo económico, lo político y los imperativos ambientales que los responsables de la toma de decisiones necesitan tener en cuenta en el futuro. 
    En un mundo tan globalizado como en el que nos encontramos, existe una interrelación económica muy grande en las cadenas de valor, pues una interrupción en alguna parte del mundo puede provocar que toda la cadena deje de funcionar. Igual de impactante es en otros ámbitos humanos como el social y político, en donde las relaciones humanas tuvieron que modificarse al forzar un distanciamiento físico entre las personas y los cambios en la forma en que se comunican al hacerlo de forma remota.
    Las decisiones no pueden tomarse como se hacía anterior a la pandemia, ya que la dinámica social ha cambiado durante esta contingencia sanitaria. Las decisiones que se tomen para enfrentar los retos anteriores pueden comprometer algunos acuerdos e imperativos ambientales, impidiendo así que se puedan cumplir las metas planteadas con anterioridad y que se requieren para evitar un colapso ambiental.
  2. Gestionar de forma ágil los cambios institucionales ante la tarea diaria de las empresas de tomar decisiones y establecer objetivos para lograr las transformaciones. Es importante tener claros los pasos a seguir y así poder tener procesos más ágiles y centrados. 
    La eficiencia en las organizaciones se ha puesto a prueba. Es importante que cada uno de los pasos que se necesitan para alcanzar esta eficiencia se realice de una forma planificada, y teniendo en mente un objetivo muy claro y alcanzable.
  3. Trabajar en la reconstrucción. Es fundamental marcarse como objetivo una recuperación sostenible y preparar los sistemas sociales y las empresas para futuras crisis, de forma que estemos bien preparados. La preparación es el nombre del juego, las organizaciones que se encuentren alineadas a los nuevos retos y que puedan reaccionar inmediatamente a crisis similares surgirán no solo con pocas afectaciones, sino en algunos casos fortalecidas por los retos enfrentados
  4. Formar una resiliencia empresarial. Revisar constantemente los marcos de gestión de riesgos al tiempo que se desarrollan iniciativas para reforzar la resiliencia general en toda la organización. Es importante implementar un marco de trabajo que permita a las empresas gestionar los riesgos desde su identificación y su evaluación para poder controlarlos de la forma más eficaz y efectiva posible.
  5. Reforzar las asociaciones entre el sector público y privado. Buscar un balance de compromiso y colaboración entre los distintos sectores para una colaboración más eficaz. En situaciones como la contingencia sanitaria que estamos viviendo, es más importante que nunca que se cuente con asociaciones público privadas que permitan reducir el impacto que podría tener si estos sectores actúan independientemente.

Los líderes empresariales deben incentivar una línea de pensamiento dentro de sus empresas conforme a la supervivencia, la superación y la resiliencia frente al futuro a corto, mediano y largo plazo.