Empresas de todo el mundo se reunirán en Nueva York para acelerar la acción climática. Las finanzas, la energía y la resiliencia ocuparán un lugar central en las conversaciones.
Con más de 900 eventos programados entre el 21 y el 28 de septiembre, la Semana del Clima de Nueva York se consolida como una plataforma esencial para demostrar que las organizaciones mantienen su compromiso con las metas de cero emisiones netas y con la construcción de un futuro sostenible.
El tema de este año, “Power On” (Encender), simboliza la determinación colectiva para impulsar el progreso. Este encuentro ofrece a las empresas la oportunidad de evaluar cómo avanzan hacia sus objetivos en materia de mitigación, adaptación y finanzas sostenibles.
En cada una de estas áreas, la industria de seguros cumple un papel decisivo. A continuación, se presentan los principales temas que se abordarán desde la perspectiva del sector asegurador durante la semana.
Desbloquear financiamiento para la transición
Climate mitigation and adaptation efforts often require significant capital investment. By working with risk and insurance specialists, organizations can overcome barriers related to risk perception and bankability, thereby expediting projects and scaling solutions.
Traditionally, the insurance industry relies on historical records to assess risk. However, many decarbonization projects involve new technologies that introduce unfamiliar risks. To support these first-of-a-kind initiatives, the insurance industry is developing new solutions that can unlock financing opportunities and make investments more secure.
La mitigación y la adaptación climática requieren inversiones de capital considerables. Trabajar junto a especialistas en riesgos y seguros permite a las organizaciones superar barreras relacionadas con la percepción del riesgo y la bancabilidad de los proyectos, facilitando su financiamiento y expansión.
Tradicionalmente, las aseguradoras se basan en registros históricos para evaluar riesgos. Sin embargo, muchos proyectos de descarbonización implican tecnologías emergentes con riesgos poco conocidos. Para respaldar estas iniciativas, el sector desarrolla nuevas soluciones de transferencia de riesgo que favorecen el acceso al financiamiento y aumentan la confianza de los inversionistas.
Un ejemplo es el seguro de responsabilidad por CO₂ fuera de especificación desarrollado por Marsh junto con HDI Global, diseñado para cubrir la responsabilidad en la cadena de valor de proyectos de captura y almacenamiento de carbono (CCS).
Otras tecnologías de descarbonización enfrentan desafíos similares — desde retrasos en la puesta en marcha hasta variaciones en el rendimiento o cambios regulatorios. Al abordar estos riesgos de forma anticipada, la industria de seguros puede acelerar la inversión y la implementación de proyectos de transición energética.
Impulsar el crecimiento del sector de centros de datos
Atender la creciente demanda de electricidad para centros de datos será esencial para sostener el desarrollo de tecnologías transformadoras como la inteligencia artificial. Se estima que el consumo energético de estos centros se duplicará hacia 2050, lo que refuerza la urgencia de avanzar hacia fuentes renovables y redes más resilientes.
El reto consiste en reducir la dependencia de fuentes no renovables mediante la expansión de la generación limpia, la modernización de la infraestructura eléctrica y la adopción de estrategias de suministro más sostenibles.
Los inversionistas manifiestan inquietudes respecto a la disponibilidad y confiabilidad de la energía para nuevos centros de datos, donde la operación continua es crítica. Además, aumenta el interés en la fusión nuclear como alternativa de energía limpia.
Gestionar estos riesgos —desde la seguridad energética hasta la estabilidad operativa— requiere una participación temprana de los equipos de riesgo y seguros. Espacios de diálogo intersectorial, como la Semana del Clima de Nueva York, son clave para desarrollar soluciones colaborativas que fortalezcan la resiliencia de este sector intensivo en energía.
Incentivar la inversión en resiliencia
El modelo de seguros se basa en el principio de distribuir el riesgo de los pocos entre los muchos. No obstante, el aumento en frecuencia e intensidad de los eventos climáticos extremos está presionando este modelo.
En algunos países, el costo del riesgo se ha vuelto tan alto que ciertos activos resultan difíciles de asegurar. La Oficina de Seguros de Canadá estima que el 10% de las viviendas ya no puede asegurarse de forma asequible debido a la recurrencia de eventos extremos.
Este fenómeno no representa un fallo de la industria, sino una señal clara de que el riesgo climático está superando los límites del modelo tradicional.
Reducir emisiones es indispensable, pero invertir en infraestructura resiliente es igual de urgente. Ejemplos de ello son los techos verdes que mitigan el riesgo de incendios forestales o la elevación de equipos eléctricos en zonas propensas a inundaciones.
Estas iniciativas demandan financiamiento, y el sector asegurador puede desempeñar un papel clave canalizando capital hacia proyectos que reduzcan la exposición al riesgo.
Solo mediante una evaluación precisa y transparente de los riesgos climáticos será posible incentivar la inversión sostenida en resiliencia.
Todos tenemos un papel en la acción climática
El cambio climático continuará planteando desafíos, pero también oportunidades de liderazgo y colaboración.
El compromiso del sector privado con la mitigación y la adaptación sigue siendo firme, y espacios como la Semana del Clima de Nueva York fortalecen la cooperación necesaria para avanzar hacia un futuro más seguro y sostenible.
La conversación global sobre clima y riesgos demuestra que cada organización puede desempeñar un papel activo para impulsar el cambio y construir resiliencia a largo plazo.
