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El teletrabajo, una solución sostenible a la movilidad en las grandes ciudades

No es un secreto que las contingencias ambientales en las grandes ciudades de Latinoamérica cada vez son más frecuentes, y el panorama, en lugar de ser alentador, parece más propenso a empeorar. Y es que cada año se venden más autos, el parque automotor envejece y no existen medidas claras de sustitución que garanticen la salida de circulación de vehículos viejos y altamente contaminantes.

Medios alternativos como la bicicleta pueden ayudar en mucho a lograr el equilibrio ambiental que tanto se necesita, además de que aporta al mejoramiento del estado físico y de salud de la fuerza laboral. Sin embargo, es importante tener en cuenta que otros factores de riesgos como el hurto con violencia, la poca o mala infraestructura vial (ciclo rutas) y la compleja topografía de algunas ciudades, pueden desincentivar el uso de esta alternativa de transporte y, consecuentemente, los beneficios implementados en relación con este medio de transporte.

Sin embargo no todo está perdido. Existe una manera práctica de disminuir la huella de carbono que toda empresa genera en virtud del desarrollo de su actividad comercial y reducir la exposición al riesgo vial de muchos de sus empleados. Se conoce como teletrabajo, home office o trabajo en casa, trabajo remoto o esquema de trabajo móvil, modalidad de trabajo que generalmente es manejado dentro de las empresas como un beneficio extralegal de bienestar social y ocasional.  

En muchos países, este beneficio  aún no ha sido reglamentado estrictamente por la legislación. Sin embargo, los trabajadores que hacen uso de este beneficio tienen la obligación de ser cobijados por las mismas condiciones laborales que tienen los empleados presenciales. La empresa será responsable de suministrar las herramientas de trabajo que garanticen el desempeño del teletrabajador, así como de velar por unas condiciones adecuadas de su lugar de trabajo, para evitar que se dé en un ambiente que ofrezca riesgos a la salud de estos empleados.

¿Cuántos cientos y miles de automóviles dejarían de moverse en la ciudad, si de una manera organizada y escalonada, las empresas empezaran a ejecutar esquemas de trabajo móvil y/o home office?

Los empresarios deben dejar el temor de implementar este tipo de esquemas de trabajo. Actualmente hay muchas soluciones tecnológicas que les permitirán a sus empleados trabajar desde su casa, con la misma capacidad de respuesta que tendrían si estuvieran sentados en su oficina. Recuerde que lo primordial es acordar objetivos concretos y fechas de entrega o seguimiento, lo que dará la oportunidad de medir la efectividad o no de la labor de cada uno de los colaboradores que opera bajo esta modalidad.

Estos esquemas suponen una verdadera contribución ambiental medible en la reducción de material particulado que contamina nuestras ciudades, en el repunte de la productividad de los empleados que se sienten más comprometidos con el logro de los objetivos empresariales y, en general, con la obtención de una fuerza laboral saludable.